El ámbito aeroespacial en Europa ha avanzado notablemente con el lanzamiento del cohete Spectrum, creado por la compañía alemana Isar Aerospace. Este suceso, que tuvo lugar el 30 de marzo de 2025, simbolizó la primera ocasión en que un cohete orbital partió desde una base espacial en la parte continental de Europa. Pese a que el viaje duró poco, ya que el cohete se estrelló cerca de 30 segundos tras el despegue, fue considerado un éxito relativo. Durante ese breve lapso, se obtuvieron datos valiosos que serán cruciales para planificar futuras misiones.
La relevancia de este despegue se encuentra en la competición en aumento de Europa en el sector espacial comercial, un ámbito históricamente liderado por entidades y agencias de Estados Unidos y China. La empresa Isar Aerospace, mediante el Spectrum, aspira a proporcionar servicios de lanzamiento más accesibles y eficaces, con el objetivo de cubrir la creciente necesidad de envío de satélites al espacio. A pesar del fallo en el vuelo, la empresa subrayó que se alcanzaron las metas de recolección de datos y validación de sistemas, lo cual representa un progreso importante en su intento de consolidar una posición sólida en el mercado de lanzadores orbitales.
Este lanzamiento forma parte de un panorama más amplio de reactivación del programa espacial europeo. En diciembre de 2024, el cohete Vega C despegó con éxito desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, tras un parón de dos años a raíz de un fallo en su misión previa. Este vuelo volvió a establecer la capacidad de Europa de acceder al espacio de manera autónoma y adaptable. Además, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha estado impulsando misiones como Hera, centrada en la defensa planetaria, que se lanzó en octubre de 2024. Hera tiene el propósito de analizar el asteroide Dimorphos y explorar estrategias para desviar objetos espaciales que puedan representar un peligro para la Tierra.
Este lanzamiento se enmarca en un contexto más amplio de revitalización del programa espacial europeo. En diciembre de 2024, el cohete Vega C despegó exitosamente desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, después de una pausa de dos años debido a un fallo en su misión anterior. Este vuelo restauró la capacidad de Europa para acceder al espacio de manera independiente y versátil. Además, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha estado desarrollando misiones como Hera, enfocada en la defensa planetaria, que se lanzó en octubre de 2024. Hera tiene como objetivo estudiar el asteroide Dimorphos y evaluar estrategias para desviar objetos espaciales que puedan representar una amenaza para la Tierra.
La iniciativa de Isar Aerospace se suma a los esfuerzos de otras empresas europeas que buscan posicionarse en el mercado global de lanzamientos espaciales. Por ejemplo, la empresa española PLD Space, con sede en Elche, ha anunciado planes para desarrollar la cápsula tripulada Lince, destinada a transportar personas y carga a la Luna a partir de 2030. Los primeros ensayos están programados para 2025, con vuelos de prueba no tripulados utilizando el cohete Miura 5. Además, PLD Space trabaja en la gama de cohetes Miura Next, diseñados para llevar cargas más pesadas a diferentes órbitas, fortaleciendo así la posición de Europa en el sector espacial comercial.
Estos avances reflejan el compromiso de Europa por recuperar y fortalecer su autonomía en el acceso al espacio. Tras la suspensión de la cooperación con Rusia en el ámbito espacial debido a conflictos geopolíticos, las empresas y agencias europeas han intensificado sus esfuerzos para desarrollar tecnologías propias. La reactivación de programas como Vega C y el desarrollo de nuevos proyectos como Spectrum y Lince son testimonio de la resiliencia y la ambición de Europa en el sector espacial.