La reciente decisión del gobierno británico de volver a imponer requisitos de visa para los ciudadanos colombianos ha generado un debate sobre sus implicaciones y posibles respuestas. La medida, que según el Reino Unido es una respuesta a un aumento de la migración ilegal, ha llevado al presidente de Colombia, Gustavo Petro, a anunciar una posible reciprocidad que podría cambiar la dinámica de movilidad entre los dos países. Este artículo analiza las implicaciones del cambio en la política migratoria, la respuesta colombiana y las posibles consecuencias de una medida similar adoptada por el gobierno colombiano.
El Reino Unido ha dicho que la reimposición de visas a los colombianos es una estrategia para controlar el aumento de las solicitudes de asilo, la mayoría de las cuales provienen de ciudadanos colombianos. El gobierno británico dice que los crecientes flujos migratorios y las solicitudes de asilo han afectado la capacidad de procesamiento, lo que ha llevado a medidas más estrictas. Este cambio no sólo afectará a los ciudadanos colombianos que deseen viajar al Reino Unido, sino que ha provocado una serie de reacciones en Colombia, donde la reciprocidad se ha convertido en un tema central.
María Teresa Palacios Sanabria, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad del Rosario y experta en movilidad humana, destacó el «efecto espejo» que esta medida podría generar en otros países europeos. Por otra parte, señaló que las naciones que actualmente no exigen visas a los colombianos, como las del área Schengen, podrían tomar medidas similares si otros países lo hicieran, creando un efecto restrictivo general. Este fenómeno no es infrecuente en la política migratoria, donde las decisiones de un país pueden influir en las políticas de otros, especialmente en la Unión Europea. Según Palacios Sanabria, este tipo de políticas restrictivas muchas veces se extienden de manera sincrónica en diferentes estados miembros, lo que podría resultar en un mayor control sobre la movilidad de los ciudadanos colombianos.
Por su parte, el abogado John Sánchez, cofundador del Colegio Colombiano de Migraciones Internacionales y Derecho Corporativo, advirtió sobre los efectos negativos que podría tener una medida de reciprocidad en el turismo colombiano. Según Sánchez, el Reino Unido es un destino importante para los turistas colombianos y la imposición de visas podría desalentar los viajes, afectando particularmente al sector turístico, clave para la economía colombiana. Aseguró que lo ideal sería que el gobierno colombiano busque un canal de mediación para flexibilizar la medida, en lugar de tomar represalias, lo que podría tener consecuencias adversas para la industria turística.
Los colombianos también tuvieron reacciones encontradas ante la decisión del Reino Unido. En las calles de Bogotá, muchos ciudadanos expresaron sus opiniones sobre los nuevos requisitos. Según Néstor Rodríguez, residente en la capital, la decisión de exigir visa es comprensible, dada la gran cantidad de solicitudes de asilo recibidas en el Reino Unido. Rodríguez agregó que los colombianos que solicitaron asilo para permanecer en el país podrían haber consentido esta medida. En su opinión, esta acción es una forma de frenar el flujo migratorio y evitar la entrada masiva de personas que no cumplen con los requisitos especificados.
Ana Rojas, por su parte, lamentó el cambio porque dijo que haría más difícil viajar al Reino Unido. «Ahora será mucho más difícil para quienes quieran viajar. “Tienen que planificar sus viajes con mucha antelación y es probable que a muchos les rechacen sus solicitudes de visa”, dijo. Ese sentimiento se refleja en los temores de muchos colombianos de que las restricciones puedan complicar aún más los viajes al extranjero.
Del mismo modo, Daniel Sánchez explicó que la reintroducción de visas no sólo en el Reino Unido sino también en muchos otros países es una respuesta a la crisis migratoria global. Sánchez señaló que medidas similares podrían aplicarse dentro de Colombia, ya que la situación migratoria de otros destinos internacionales afecta de manera más amplia la dinámica global. En su opinión, las restricciones migratorias no deben limitarse a un solo país, sino que la forma de controlar los flujos migratorios debe considerarse a nivel global.
La respuesta del gobierno colombiano, a través del Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, fue clara: piden al Reino Unido que revise su decisión. Murillo indicó que de no recibir una respuesta favorable, Colombia recurrirá al principio de reciprocidad, exigiendo visas a los turistas británicos que lleguen al país. De adoptarse esta medida, afectaría no sólo a las relaciones bilaterales entre ambos países, sino también a las actividades económicas relacionadas con el turismo, que es uno de los sectores más afectados por la introducción de restricciones a la inmigración.
“Pedimos al Reino Unido que revise su decisión y restablezca la exención de visa para los turistas colombianos. Pero si esto no sucede, aplicando el principio de reciprocidad, que ahora estamos empezando a aplicar en estos casos, Colombia también debería imponer visas a los turistas del Reino Unido», afirmó el canciller. Esta posición, aunque comprensible desde el punto de vista diplomático, puede tener consecuencias negativas para el país en términos de turismo y relaciones internacionales.
Pero algunos ciudadanos, como Néstor Rodríguez, no creen que Colombia deba imponer visas a los visitantes británicos, ya que una medida así afectaría especialmente al turismo en zonas como el Caribe colombiano. Esta opinión fue compartida por otro bogotano, Roberto Castro, quien destacó que el gobierno colombiano no debe seguir el ejemplo del Reino Unido, porque podría tener un impacto negativo en las zonas turísticas más importantes del país.
Aunque el gobierno colombiano aún no ha anunciado oficialmente la implementación de esta medida, cifras de Migración Colombia muestran que para octubre de 2024, más de 47.000 personas habían visitado Colombia desde el Reino Unido. Esta cifra refleja la importancia del mercado británico para el sector turístico de Colombia, y cualquier restricción adicional podría reducir significativamente el flujo de visitantes.
En conclusión, la reintroducción por parte del Reino Unido de requisitos de visa para ciudadanos colombianos ha provocado una variedad de reacciones en ambos países, y la medida de reciprocidad propuesta por Colombia podría cambiar la dinámica de los viajes y el turismo entre las dos naciones. Si bien las razones de la decisión del Reino Unido están relacionadas con el control de la migración ilegal, las consecuencias de esta acción podrían ser perjudiciales tanto para los ciudadanos colombianos como para la economía colombiana en general. Será crucial monitorear cómo se desarrollan las negociaciones entre los dos países y cómo se manejan las políticas migratorias en el futuro.